En verano, con el
aumento de las temperaturas, se incrementa la probabilidad de que la
Salmonella prolifere en nuestros
alimentos. Evitando la salmonelosis
protegeremos a los más sensibles: niños y ancianos
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1.
¿Qué es la
Salmonella? |
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Es una bacteria perteneciente al género "Salmonella" que puede encontrarse en los alimentos, el agua y el medio ambiente
contaminados con heces procedentes de animales o personas infectadas. Los
gérmenes pasan a los alimentos a través de manos sin lavar, superficies de
trabajo sucias o de otros alimentos crudos, contaminados o insuficientemente
cocinados.
Los huevos y sus derivados poco cocinados o crudos
(mayonesas, clara batida y cremas), las carnes, especialmente de ave, y el
pescado son los alimentos más frecuentemente contaminados, aunque la Samonella
también puede encontrarse en mariscos y otros alimentos.
La higiene personal, la correcta preparación y la adecuada
conservación de los alimentos son las claves para evitar la salmonelosis.
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2.
Hábitos para la compra |
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Las carnes, pescados y productos de repostería deben estar
refrigerados o congelados.
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Rechace los huevos que no estén etiquetados y los que no
lleven fecha de consumo preferente. Tampoco admita los sucios o rotos.
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En bares, cafeterías, restaurantes, etc. rechace los
alimentos elaborados que, precisando de refrigeración, estén expuestos a
temperatura ambiente.
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3.
Sea exigente en la higiene personal y especialmente... |
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Cuidando que los niños laven con agua caliente y jabón
sus manos sobre todo después de jugar con su mascota: tortugas, pollos o patitos,
perros, gatos, etc; y siempre antes de comer.
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Ayudando a sus ancianos, niños pequeños y personas
discapacitadas a su cuidado, en su higiene personal y en especial en caso de
diarreas.
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Extremando la limpieza e higiene de sus manos cuando
prepare los alimentos.
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Comprobando que las superficies, recipientes y
utensilios en contacto con los alimentos estén limpios antes y sobre todo después de
cada uso.
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4.
Almacene los alimentos racionalmente |
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Refrigere las carnes, pescados y mariscos lo antes
posible tras su compra.
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Evite que las carnes escurran sobre otros alimentos que
van a ser consumidos en crudo.
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No lave los huevos, pues la humedad favorece la
penetración de la Salmonella a su interior.
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5.
Extreme las precauciones al preparar la comida... |
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No rompa el huevo en el borde los recipientes donde los
vaya a batir y emplee el recipiente únicamente para esta operación.
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No separa las claras de las yemas con la propia cáscara
del huevo.
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Cuaje bien las tortillas.
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Para presentar o conservar la tortilla no utilice el
mismo plato con el que le ha dado la vuelta.
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Prepare la mayonesa con la máxima higiene.
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Descongele las carnes y pescados en recipientes cerrados
en el frigorífico.
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Cocine suficientemente los mariscos adquiridos vivos.
...Y SEA PRUDENTE AL CONSUMIR LOS ALIMENTOS
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Evite comer huevos crudos o alimentos poco cocidos que
contengan huevos crudos.
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Evite consumir carnes insuficientemente cocinadas,
especialmente las de ave.
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No consuma leche cruda.
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6.
Conserve la comida preparada adecuadamente |
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No ponga en contacto los alimentos crudos con la comida
preparada.
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Utilice recipientes herméticos para guardar y mantener
refrigerada la comida.
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Conserve en el frigorífico los alimentos cocinados y
las sobras de comida hasta su próxima utilización.
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Consuma o elimine cualquier mayonesa o salsa casera tras
su elaboración. En caso de ser elaborada industrialmente debe mantenerla en
el frigorífico una vez iniciado su consumo.
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Conserve siempre en el frigorífico los pasteles, natillas,
salsas, etc. y consúmalos en las 24 horas siguientes a su elaboración.
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En sus excursiones no deje nunca los alimentos preparados
al sol o en el interior del coche. Consérvelos en una nevera portátil.
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Información obtenida de la
Agencia de Protección de la
Salud y Seguridad Alimentaria
de la
Junta de Castilla y León
Actualizado:
Julio 2009
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